“Queremos que el departamento se sienta íntimo, familiar y versátil. Queremos que nuestros invitados se sientan como en casa.” dieran la identidad deseada. Esta fue la frase con la que nos solicitaron comenzar un proyecto integral de interiorismo.
Una limitante era que el departamento era rentado, por lo que nos enfocamos en que el mobiliario y la decoración fueran los elementos principales, solo se pintó un muro de un tono verde abeto.
La paleta de colores neutros en contraste con el verde y acentos en tonos guinda logró el balance perfecto entre sofisticación y un espacio familiar.